4/29/2008

Emanamiento de olores fritangales

No vivo solo, vivo con compañeros, somos limpios pero hay veces que algunos olores se te atragantan. Ya cuando me dispongo a subir las escaleras mi nariz detecta un olor sospechoso, rezo para que sea la señora del primero pero... No. Viene de más arriba. Saco las llaves, las introduzco en la cerradura pensando: "Aquí no, esta mañana hemos hecho limpieza...", abro de par en par la puerta y las fosas nasales y aspiro ese aromático olor a... ¡fritanga!.

¡Mierda!
Pero si acabamos de hacer la limpieza... si cuando salía por la puerta olía a flores blancas.

Bueno, resignación, habrá que pasar al plan "Emanamiento de olores fritangales".
Conforme te adentras en la cocina los olores te colman las fosas nasales; a uno se le ha quemado un poco el pan, otro se ha preparado una manzanilla, etc... Pero el irritante es el de fritanga. ¿Qué hacer? Pues sencillo, cogemos un cazo (¿El de los macarrones?. Sí, ese me vale.), le añadimos agua hasta la mitad y un chorrito de suavizante (¿El de la ropa?. Sí, el del pelo aún está por probar en el laboratorio.). Te esperas unos minutos, y... ¡Chín pún!. El olor desaparece por completo. Ya pueden los inquilinos campar y retozar a sus anchas por el piso.


Oye, que es verdad. Que funciona. Palabrita.

4/19/2008

Pero... ¿Por qué está ahí?

A la luna le han escrito canciones,


Cuéntame luna bonita, tú que sabes de pasión...
Canción, creo, que de Marcela Morelo.

Le han escrito poemas,

(...) Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver. (...)
Fragmento de "La Luna", Jaime Sabines.

Es, por la noche, compañía de tu soledad. Compañera que nunca te abandona. La utilizamos como confidente cuando la almohada no es suficiente, hasta hay culturas que la adoran y otras que le atribuyen poderes sobrenaturales. Sí, todos la queremos mucho, pero... ¿Alguien se ha preguntado de donde viene la Luna? ¿Por qué está hay? Aquí está la respuesta. Por si te lo preguntabas.

La Tierra era sometida a un continuo bombardeo de asteroides, debido al impacto de uno de ellos (con dimensiones parecidas a las de Marte) con la corteza terrestre, se separó de la Tierra un 'trozo'. Este 'trozo' no se alejó de la Tierra por la fuerza de la gravedad que esta le ejercía, y desde entonces es nuestro aliado nocturno.

4/11/2008

Culturilla del maestro liendre (que de todo sabe y de nada entiende) IX

Lo típico, estás en tu habitación y de repente te preguntas: "¿Cuánto medirá?". Entonces me levanto y marcando los pasos de pared a pared llego a la conclusión que mi habitación tiene 6 metros de larga y 5 de ancha. Vacilo y me pregunto: "¿Que error habré cometido, es decir, uno de mis pasos es un metro?. Y más aún... ¿Qué es un metro?".
Ni corto ni perezoso acudo al maestro liendre y con su aplomo habitual me explicó que un metro se utiliza para medir distancias (¡Vaya novedad!) y que dicha medida había que estandarizarla para evitar disputas (más que nada por los terrenos para edificar, ya sabes, el 'parné' es lo primero), y, así, hacerla para todos igual. Llegaron a la conclusión de que un metro debía ser la distancia recorrida por la luz en 0,000000003335640952 segundos, medidos, eso sí, por un reloj de cesio.
"¿Y que es un reloj de cesio?" Es un tipo de reloj atómico, es el más preciso que existe. Antes de la aparición de estos, la unidad de tiempo estaba asociada a fenómenos astronómicos, por todos es sabido que un día, es decir, una rotación de la Tierra, tiene 24 horas. Para sacar los segundos sólo habría que pasarlo a éstos.
Con los relojes de cesio un día no tiene 24 horas, sino 24,00000034 horas. Se habla de 'Tiempo Atómico'.
Una utilidad muy frecuente de dichos relojes es la calibración de los GPS, ya que era capaz de medir la diferencia entre el tiempo de emisión y recepción de la señal.

Espero ser de ayuda y no aburrir demasiado. Es lo que tiene ser un teleco, que te enloquece el cerebro.

4/06/2008

Estaba vivo.

Tras unas largas vacaciones vuelvo a la normalidad, y como parte de ella, vuelta al blog. Violeta me invitó para hacer un ¿meme?. A ver que me sale...
Se trata de describirte con adjetivos que empiecen con las distintas letras de tu nombre. Yo lo haré con Jose Antonio.

  • Con la J: Soy un jodón en toda regla. Si en algo puedo dar la lata... la doy y santas pascuas.
  • Con la O: Soy observador. Me hago el despistado pero no pierdo ripio. puedo estar hablando con una persona y atender a la conversacion de quien tengo al lado si me incumbe. Me fijo en todos los detalles, en gran parte de lo absurdo de cada situación o paisaje.
  • Con la S: Soy sinvergüenza (con unas copitas de más). ¿Os he contado que un sábado noche tiré un cubito de hielo a los pies de una chica y le dije: "Ya hemos roto el hielo, ¿Cómo te llamas?"?
  • Con la E: Soy educado. O lo intento, al menos saludo y me despido, aunque nunca digo un adiós a quién quiero volver a ver.


  • Con la A: Soy absurdo, el 50% de mis acciones no tienen objetivo alguno en la vida.
  • Con la N: Soy narizón. (¿Se te ocurre algún adjetivo con 'n'?, bueno, y que también mi nariz es de buen tamaño.)
  • Con la T: Soy tozudo, muy tozudo. Y lo peor no es eso, lo peor es que me creo capaz de todo y luego me llevo los golpes que me llevo.
  • Con la O: Soy opaco, si me pongo delante del televisor soy capaz de no dejarte ver ni un pixel. Venga, ahora en serio, soy ocurrente. Quizás por eso el 50% de las cosas que hago no tienen sentido. ¿no?
  • Con la N: (mierda, otra 'n') Soy níveo, de piel. Según el ángulo de incidencia del sol en mi piel puedo cegarte. Vamos, que estoy más blanco que la cal.
  • Con la I: Soy inquieto. Pese a mi tranquilidad nunca estoy parado. Pero no confundas, soy inquieto, que no nervioso. No puedo quedarme parado, necesito movimiento, deporte, acción...
  • Con la O: Soy olvidadizo. Un completo despiste. Un sábado noche salía de un pub y me crucé con dos amigas, después de un tiempo hablando con ellas les pregunto: "Cuando me habéis visto... ¿salía o entraba al pub?".

    Yo invito a quién quiera hacerlo.